«Mi madre siempre me hablaba mucho del cielo, le gustaba ver las
nubes por el día y las estrellas por la noche, sobre todo las estrellas, a
veces hacíamos un juego, un juego que se llamaba "¿qué hay más allá del
cielo?", nos imaginábamos la oscuridad, o una luz cegadora, o algo que no
sabíamos cómo llamar, pero claro... era solo un juego, no hay nada más allá del
cielo, el cielo es el cielo, y es interminable, y hacemos todos nuestros juegos
debajo de él...»
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