«Russel Kiss, regresó de la guerra como muchos otros soldados,
estaba harto de luchar y estaba muy contento de volver a casa, le habían
sucedido muchas cosas, y sabía que no era la misma persona que cuando se fue,
había cambiado y se preguntaba por las cosas que habrían cambiado en casa
durante su ausencia, pero a veces, cuando te vas lejos y luego vuelves, lo que
más te molesta no es lo que ha cambiado, sino lo que se ha mantenido igual,
como si no te hubieras ido o no hubieras hecho nada, los niños seguían jugando
al béisbol en la parcela vacía donde él jugaba todos los veranos, la banda del
instituto seguía tocando todos los viernes en el parque, y la señora Parker
seguía esperando a que los niños volviesen del colegio para reñirles si le
pisaban las flores, todo eso podía seguir igual, pero él era distinto, así que
ya nada volvería a ser igual»
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